- Finalmente pasó el 21 de diciembre y aquí seguimos. Usted ya avisó en su libro que se había cometido un error a la hora de interpretar la profecía maya. ¿Qué decía exactamente la profecía?
- Afirma que según la profecía maya el 21 de diciembre indicaba el fin de un ciclo, no del mundo. ¿A qué se ha debido la confusión?
- Me gustaría creer que se debe solo al impacto mediático de una película sensacionalista que afirma con rotundidad esa mentira y, además asegura que la ciencia lo confirma, cuando los científicos nunca se han hecho cómplices de este delirio a gran escala, sino que lo han denunciado públicamente. Pero por desgracia estoy convencido de que hay una intencionalidad más allá de todo esto. Siempre ha existido un propósito de ocultar la sabiduría ancestral, de controlar a los seres humanos con cortinas de humo y con campañas que provocan el terror. Es un sistema de manipulación de masas tan antiguo como la humanidad. Curiosamente, las víctimas han sido en esta ocasión los mayas, que por experiencia, después de años de contacto con ellos, sé con certeza que tienen muchísimos medios para elevar la conciencia de los seres humanos. Han desarrollado durante siglos técnicas para equilibrar el cuerpo, la mente y el espíritu, en comunión con la naturaleza. Todo esto, como la necesidad de alcanzar la libertad y la democracia en los países oprimidos, es muy peligroso para los que prefieren un planeta de ciudadanos embrutecidos, víctimas de la manipulación de las masas. Cuando el ser humano experimenta el miedo es vulnerable y, por lo tanto, fácilmente manipulable.
- Ha estado en contacto directo y muy cercano con el pueblo maya. ¿Podría decir cuál ha sido su experiencia?
- Hace diez años fui iniciado en México por los mayas en sus ceremonias ancestrales. Allí viví experiencias que escapan a lo que puede concebir una mente racional. Experimenté personalmente la inmensa energía que proyectan sus pirámides, el conjunto de sus monumentos, que va más allá de una asombrosa arquitectura. En algunos lugares se producen fenómenos que son inconcebibles. También he visitado los lugares sagrados de los incas. De igual forma tuve increíbles vivencias con un sabio maya en el Amazonas, en Brasil, mientras participaba en distintas ceremonias con las comunidades nativas de la selva. Me fui a México porque quería beber de las fuentes originales del conocimiento ancestral, y lo hice. Entre las incontables ceremonias en las que he participado, el momento cumbre fue cuando recibí un bastón sagrado, el honor más grande que uno puede tener, y más todavía cuando no se es maya ni mexicano.
José Antonio Iniesta
Autor del libro: Más allá de 2012. Profecías de los ancentros mayas
http://www.laverdad.es/albacete/v/20121230/albacete/profecia-maya-anunciaba-inicio-20121230.html
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